Traducido con permiso de los hermanos de House to House, Heart to Heart, por Marlon Retana
El artículo original, en inglés, se encuentra en este enlace.
“No creo en tocar puertas”. “Tocar puertas no es eficaz”. “Tocar puertas ya no funciona”. “Tocar puertas es sólo una pérdida de tiempo”. ¿Alguna vez has oído esta declaración? He escuchado a los ancianos y predicadores del Evangelio hacer estas declaraciones. Admito que tocar puertas no produce siempre los números más grandes. También concederé que es una de las metodologías evangelísticas más difíciles disponibles para la congregación local, pero siempre funciona. Hermanos, cada vez que “vamos” y predicamos el Evangelio, ¡FUNCIONA! Por otra parte, no hay nada malo con preguntas honestas para los oyentes honestos. Entonces, ¿por qué tocamos puertas?
PARA LLEGAR A LOS “SIN IGLESIA”.
¡No los conocemos! No sabemos dónde viven y no conocemos a sus amigos y/o familiares. Son los “sin iglesia” y existen en todos los continentes, residen en todos los países y viven en todas las comunidades. Tal vez han migrado a la zona en busca de un trabajo, están escapando de un problema, o en busca de un nuevo comienzo. No tienen afiliaciones religiosas y quizás no tienen antecedentes religiosos. Son almas perdidas que necesitan desesperadamente a alguien que se preocupa de traerles las Buenas Nuevas del Evangelio.
PARA LLEGAR A LOS “INACCESIBLES”.
“Vamos a esquivar esa casa ya que no fueron receptivos la última vez”.
Las estaciones cambian, las cosas cambian, y lo más importante es que la gente cambia. Pablo dijo:
“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso”
Colosenses 4:2-3.
Dios puede usarte para alcanzar a una persona que está profundamente preocupada por la enfermedad, el desastre y la muerte. Es increíble lo que el tiempo puede hacer a los corazones más duros. Estas “puertas de expresión” se abren y cierran durante las diferentes fases de la vida. Normalmente sólo se abren por períodos cortos de tiempo. Nunca sabes lo que encontrarás en el otro lado de una puerta. He encontrado almas llorando, hombres meditando, y mujeres cansadas, listos y dispuestos a recibir a cualquiera que le importe. Esta campaña es una forma en que Dios cumple Su promesa de Mateo 7:7-8,
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.
PARA LLEGAR A LOS “INMOVIBLES”.
“Nunca cambiarán”. Dios movió a Saulo, de perseguidor a predicador, con el poder del evangelio. Todo el mundo puede cambiar, pero quizás no son los que están fuera del edificio que necesitan ser movidos primero. Nos hemos sentado en los bancos durante años, pero nunca nos hemos movido más allá de las puertas con el mensaje de salvación del Redentor. Quizás la mayor necesidad de movimiento es con “migo”. El tocar puertas mueve a una iglesia para hacer la obra que Dios quiso; para dar a conocer al mundo la “multiforme sabiduría de Dios” (Efesios 3:10). La Gran Comisión es una comisión que va y no una que viene. ¡Si no vamos, nunca vendrán!
Sí, puede tomarnos tocar 100 puertas para encontrar un buen prospecto, y puede tomar 10 buenos prospectos para una conversión. ¿No le dijo Dios a Felipe que fuera a predicar el Evangelio a un solo hombre (Hechos 8:26-27)? Hoy, no habría una iglesia de Cristo en Hawesville, Kentucky, si alguien no hubiese creído en tocar puertas (puedes preguntarle al hermano Paul Vaughn sobre cómo él se convirtió en Cristiano). Tal vez algunos de ustedes fueron introducidos al Evangelio por alguien que toco a su puerta. ¡Una cosa es segura, si no ayudas en nuestra campaña, definitivamente no funcionará! En menos de dos semanas vamos a comenzar nuestra campaña y tocaremos puertas. ¡Esperamos verte ahí!