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Cómo Entró El Pecado En Este Mundo

Por Drew Suttles, traducido con permiso por Marlon Retana.
El artículo original, en inglés, se encuentra en este enlace.


Era perfecto. Dios había creado una obra maestra conocida como el mundo (Génesis 1:31). Creó al hombre a su propia imagen y le dio todo lo que necesitaba para prosperar en la tierra (Génesis 1: 26-30). El árbol de la vida estaba en medio del jardín, así como el árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:9). Dios ordenó al hombre al decirle: “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:16-17). Después de que se dio esta simple orden, Dios le dio al hombre una “ayudante comparable a él”, conocida como mujer. Con estos antecedentes en mente, vamos al capítulo tres de Génesis, donde Dios me ha contado cómo el pecado entró en este mundo.

Cómo Entró El Pecado En El Mundo

La serpiente se acercó a la mujer con la intención de crear dudas en su mente. El mandato de Dios fue puesto en duda, y luego la serpiente engañó a Eva cambiando una palabra: “NO moriréis” (Génesis 3:4; Juan 8:44). Cuando llegamos al versículo seis, encontramos la fórmula de la caída: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella” (Génesis 3:6). Así es como el pecado entró en el mundo. Eva escuchó una mentira, creyó una mentira y obedeció una mentira.

Cómo Se Produce El Pecado En Nuestras Vidas

A medida que avanzamos hacia el Nuevo Testamento, encontramos que esta fórmula dice: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” (1 Juan 2:16). Nota que Eva vio que el árbol era bueno para la comida (deseo de la carne), que era agradable para los ojos (deseo de los ojos) y un árbol deseable para hacer a uno sabio (vanagloria de la vida). Santiago ofrece una inspirada “jugada por jugada” de cómo ocurre el pecado: “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:14-15). Este círculo vicioso inició en el Jardín cuando Eva fue atraída y seducida por su propio deseo. Entonces, la tentación concibió y dio a luz al pecado, y este conduce a la muerte (Romanos 6:23).

La Solución Para El Pecado

¡Qué triste ver las horribles consecuencias del pecado! Amigos, ustedes y yo hemos cedido al pecado, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Dios me ha contado cómo el pecado entró en el mundo, pero también me habló del Salvador que entró en el mundo para asestar un golpe aplastante al pecado: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:15). Dios tuvo la solución al problema del pecado antes de que este entrara al mundo.

Dios, a través de Su Palabra, ha revelado cómo el pecado entró en el mundo, cómo pecamos hoy en día, y las consecuencias del pecado. Gracias a Dios porque Él también proporciona, a través de Su Palabra, la solución a nuestro problema, cómo podemos manejarlo y cómo podemos vivir para siempre (Romanos 10:17; Juan 8:24; Hechos 17:30; Romanos 10:9-10; Hechos 2:38; Marcos 16:16; Romanos 6:3-6; Hechos 22:16; Apocalipsis 2:10).

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