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¿Cómo Se Debería Conducir La Iglesia En La Ausencia De Ancianos?

Por Wayne Jackson, traducido con permiso por Marlon Retana.
El artículo original, en inglés, se encuentra en este enlace.


“¿Cómo debe conducirse una congregación cuando no hay hombres calificados para servir como ancianos?”

Cuando una iglesia no tiene hombres calificados para servir en el papel de ancianos, debe retroceder al siguiente nivel de autoridad sancionado por las Escrituras. Hay varios pasajes que contienen principios que se aplican a esta situación.

El Orden Natural Del Liderazgo

Hay un orden natural que existe en la naturaleza misma del esquema divino de las cosas. En su primera epístola a los Corintios, Pablo declara:

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”

1 Corintios 11:3.

Aquí hay dos temas de interés:

  1. ¿Cuál es el significado del término “cabeza”?
  2. ¿El término griego aner en este caso denota “hombre” o “esposo”? ¿Puede significar cualquiera de estos dependiendo del contexto?

La mejor evidencia indica que la palabra kefalé (cabeza) refleja, en este caso, la idea de “autoridad sobre”. Un pasaje del Antiguo Testamento dice:

“¡Me has librado de las contiendas del pueblo; Me guardaste para que fuese cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me servirá [todo énfasis añadido]”

2 Samuel 22:44.

El sentido de autoridad es la opinión predominante por parte de los eruditos griegos (Thayer, 345; Danker, 542). Price dice que en este pasaje el término denota “alguien que ocupa una posición de liderazgo y autoridad” (Bromiley, II.640).

Es el hombre, entonces, quien es la cabeza (figura de autoridad) sobre la mujer, no al revés.

Si bien muchos ven aquí la referencia a la autoridad del esposo sobre su esposa como en Efesios 5:23, este contexto difícilmente sugiere ese significado. Pablo declara que Cristo es “la cabeza” de aner.

¿Es el Señor solo la cabeza de los esposos o es la cabeza del hombre en general? Este último es el significado obvio. Este es el sentido reflejado en la mayoría de las traducciones.

Y así, por el momento, archive este arreglo sagrado. Hay un orden de autoridad en términos de la relación hombre-mujer, si no en la sociedad en general, al menos en la iglesia.

Prohibiciones Apostólicas

En segundo lugar, hay una prohibición apostólica al respecto de que una mujer ejerza autoridad sobre un hombre. Pablo escribe:

“Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio [énfasis añadido]”

1 Timoteo 2:12.

La forma verbal griega audsentéo, traducida como “ejercer dominio” (RVR1960) simplemente significa “ejercer autoridad” (LBLA). Danker señala que, en términos prácticos, significa “decirle a un hombre qué hacer” (150).

El apóstol prohíbe a la mujer ocupar un papel en el que ejerza autoridad sobre el hombre. Por lo tanto, a la mujer cristiana no se le permite funcionar en una capacidad en la que tome decisiones sobre la iglesia que se espera el hombre las siga.

Como punto final, debe notarse que las instrucciones de Pablo en esta narración se basan en verdades que están ancladas en el contexto de la creación (Génesis 1-3). No están culturalmente orientadas como algunos alegan. La restricción es aplicable a la iglesia moderna.

Conduciendo Asuntos de la Iglesia

Con estas instrucciones divinas ante nosotros, apliquémoslas ahora al tema de cómo se deben conducir los asuntos de la iglesia ante la ausencia de los ancianos. Aquí hay algunos datos básicos:

  • Todos los asuntos relacionados con la ley están determinados por las Escrituras. Ningún ser humano tiene voz ni capacidad de decisión en este ámbito.
  • Los asuntos de conveniencia (es decir, los métodos opcionales para implementar la voluntad divina) deben ser decididos por alguien si la congregación no tiene ancianos.
  • Ninguna persona (como por ejemplo Diótrefes, ver 3 Juan, o el sistema de pastoreado moderno) o un cuasi-ancianado (como por ejemplo una “junta de directores” o un comité de “finanzas”) debe funcionar como un cuerpo de toma de decisiones para la iglesia. Si bien una junta corporativa puede estar facultada por la autoridad apropiada para funcionar en una capacidad legal en nombre de la iglesia, esta está subordinada al orden divino de autoridad.
  • Las mujeres no deben desempeñar roles de autoridad.
  • Los asuntos de la iglesia deben conducirse de manera decente y ordenada (ver 1 Corintios 14:40).

La conclusión más razonable que resulta de estos diversos componentes es la siguiente.

En asuntos de juicio humano y en ausencia de ancianos calificados, los asuntos de la iglesia deben ser administrados por los hombres de la iglesia.

Los hombres maduros deben guiar el proceso con delicadeza y consideración. Por ejemplo, los jóvenes y los nuevos conversos no deben presumir de ejercer el mismo grado de influencia que los hermanos más experimentados en la fe.

Cuando las personas espirituales que están interesadas principalmente en agradar a Dios y ver prosperar su causa sigan estas pautas que se basan en el principio de las Escrituras, prevalecerá la paz y los asuntos de la iglesia avanzarán sin problemas.

Referencias

Bromiley, G.W., Ed. 1984. “Head,” The International Standard Bible Encyclopedia — Revised. Grand Rapids: Eerdmans.

Danker, F. W. et al. 2000. Greek-English Lexicon of the New Testament. Chicago, IL: University Press.

Thayer, J. H. 1958. Greek-English Lexicon of the New Testament. Edinburgh, Scotland: T. & T. Clark.

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